LA CUPULA DE CRISTAL – 1923 (De Película RNE 03/05/2025)
Cosas que ayer sábado le conté a Yolanda Flores.
La noche del apagón la viví en plan viñeta slapstick en la oscuridad. Salté medio dormido de la cama y, en aquella oscuridad tan absoluta, confundí la puerta del cuarto de baño con un armario del poblado y, zaca, despejé de cabeza. Minuto 275 de la madrugada y resultado: chichón de nazareno chato y una rodilla purpurada. Y viendo las estrellas, estando ya mi casa sosegada.
LA CÚPULA DE CRISTAL:
Buen thriller sueco: “La Cúpula de Cristal”. Creada y guionizada por la novelista Camilla Lockberg, esta serie de Netflix tiene como directores a Lisa Farzaneh y Henrik Bjorn. Los actores principales son Leonie Vincent, Johan Hendenberg y Johan Rheborg.
Drama policial en un pueblecito de Suecia. El pueblecito es un lugar ficticio y se llama Granás. Y ese paraje remoto es la villa natal de la criminóloga Lejla Ness, que regresa desde Estados Unidos a su pueblo para asistir al entierro de su madre adoptiva. Lejla es especialista en casos de niños secuestrados y en el perfil de los secuestradores, y ella fue una niña secuestrada que después de su liberación fue adoptada por el policía Valter y su esposa ahora fallecida. En esas circunstancias luctuosas desparece otra niña y la madre -una amiga de la infancia de Lejla- es encontrada en la bañera con los brazos ensangrentados. Todo se vuelve más oscuro con la desaparición de la niña Alicia, hija de la amiga muerta. Por otra parte, la intriga policial enlaza con un desastre ambiental causado por la fuga de aguas residuales en una mina.
La cúpula de cristal en modo aparato se refiere dos cosas a la vez: una caja de cristal donde estuvo encerrada de niña Lejla y otra caja similar donde tienen ahora encerrada a la niña Alicia. En la cabeza de Lejla se mezcla el posible secuestro actual con los recuerdos de su cautiverio infantil. Su padre adoptivo, Valter -ahora jubilado- la ayudará a investigar el nuevo caso que está en manos de Tomas Ness, policía en activo y hermano de Valter. Mientras buscan a la niña e investigan el extraño suicidio de la madre, alguien se entretiene lanzando pájaros muertos al entorno de Said, que es de origen oriental y encargado de la construcción de la mina, además de padre de la desaparecida Alicia y marido de la suicidada Louise. Todo esto sucede en un bellísimo paisaje de imponentes bosques y montañas nevadas.
Ya descubrirán los espectadores el significado de unos pájaros muertos que le tiran a los personajes del entorno de Lejla. Entre las cosas mórbidas de esta serie me permito señalar el descarado racismo de unos lugareños que enredan la causa ecologista con una suerte de facherío rústico. “La Cúpula de Cristal” es un noir nórdico químicamente puro, con intriga hipnótica y entretenimiento asegurado.
1923:
Los amigos de Taylor Sheridan están de suerte porque vuelve la saga de los Dutton en Montana con la segunda temporada de “1923”. Taylor Sheridan siempre sorprende, ahora con la serie “1923”, donde brillan en todo su actual esplendor Helen Mirren y Harrison Ford.
La voz narradora de esta ficción lanza discurso posapocalíptico que choca en una serie que va del Oeste en los “locos años veinte” del siglo XX.
Esa la voz pertenece al personaje Elsa Dutton, hermana del esperado Spencer Dutton, ex militar y héroe de la Primera Guerra Mundial, con un presente de cazador de élite que viene de África para auxiliar. Elsa pone contexto citando las extinciones en el planeta antes del gran tiroteo. En la era dorada del Lejano Oeste estaba el Séptimo de Caballería y ahora la salvación viene con el cazador de leones Spencer Dutton. La segunda temporada de “1923” ha tenido un final soberbio con dos líneas de fuerza narrativa cruzándose a placer: una sería el romanticismo en modo “Memorias de África” y la otra es la opción Sam Peckinpah con la deriva final hacia una violencia extrema con ensalada de tiros.
El creador y guionista Taylor Sheridan parece empeñado para bien en meterle algo de realismo renovador a los mitos narrativos de la ficción de género estadounidense. En “1923” los “locos o felices años veinte” son retratados en el medio rural con el ascenso psicópata de una casta de depravados negociantes que aspiran a ser oligarcas del turismo y del mercado del ocio en las tierras todavía sin domesticar de Montana. La opción Sheridan tiene sus propias contradicciones y su ideología cruzada de tradicionalismo con datos relevantes de conflictos sociales y culturales que anteriormente estaban obviados por el western y cine de género. A mí “1923” me ha gustado mucho: un gran relato de aventuras que emociona y hace pensar.
Nos despedimos con el célebre “Whiskey in the Jar” que suena en la serie “La Cúpula de Cristal”. Es una pieza estrella tomada de la música tradicional irlandesa y convertida en éxito por los míticos Dubliners. Pero la serie sueca asume esta canción en el formato de rock duro estelar del grupo californiano Metallica, que sigue los pasos a su vez de la original versión anterior de los rockeros irlandeses Thin Lizzy. El whisky en la jarra.
Si tienes un cardenal puedes ser papable
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