MÓNICA VALENCIANO - TOTAL CONTROL - ÚLTIMO ACTO (De Película RNE 12/04/2025)
Cosas que anoche le conté a Yolanda Flores.
Viendo el baile de locos que ha montado el Villano del Tupé. Pero me escapé al turbador “Lugar de los pasos perdidos”, catártica obra de Mónica Valenciano, Premio Nacional de Danza 2012. Disfruté mucho con el espectáculo tan original de Mónica Valenciano en solitario. La cabeza se me voló a conectar con el manifiesto de Buñuel “Un perro andaluz”. Decía el iluminado dramaturgo Antonin Artaud que “el teatro es una guerra contra los clichés”. Eso vale también para la danza de la dificultad.
TOTAL CONTROL: Australia es el lugar de la serie “Total Control”, una producción de Blackfella Films. Ya hablamos de este excelente drama político en sus dos primeras temporadas y ahora llega la tercera a Filmin. Los creadores de esta serie son Darren Dale, Miranda Dear y Rachel Perkins, que también dirigió la primera temporada. Los otros dos directores son Jub Clerc y el actor Wayne Blair, que forma parte de un elenco protagonizado por Deborah Mailman y Rachel Griffiths
Hagamos un poco de memoria. Alex Irving, que es el papel de la gran actriz indígena Deborah Mailman, salta a los medios cuando alguien graba la valiente manera en la que Alex se enfrenta a un hombre armado. La grabación se viraliza y pone en fama a Alex Irving. La primera ministra australiana es Rachel Anderson, que está interpretada por Rachel Griffiths, a quien recordamos por sus papeles en “La boda de Muriel” y su impactante Brenda en la serie “A dos metros bajo tierra”. Había un puesto vacante en el senado y la primera ministra Rachel, que es del Partido Liberal, tira de Alex para entrar en política y convertirse en senadora. Alex acepta y su vida cambia, pero su forma de ser no. En esta tercera temporada, Alex ha facilitado que el parlamentario laborista Paul Murphy sea el primer ministro indígena de Australia. Estos son los debates que ahora tienen Alex y Paul.
Indígenas dirigiendo el gobierno de Australia, un empeño muy complicado; de hecho, casi parece ciencia ficción. Veamos un `poco de historia: los nativos australianos llevaban 60.000 años viviendo en su continente cuando llegó el capitán Arthur Phillip en el siglo XVIII y se apoderó de la futura Australia para establecer una colonia penal. Los colonos británicos consideraron que los nativos no eran humanos y diezmaron la población de 900.000 nativos dejándola en 30.000. De ese genocidio venimos. Hoy los pueblos nativos australianos, que suman varias culturas con 250 grupos lingüísticos, son casi un millón de ciudadanos y representan al 3,8% de la población total. Los nativos no tuvieron la ciudadanía y el derecho al voto hasta 1965. El racismo no ha desaparecido. Y en el presente de la serie “Total Control”, tras la pandemia viene un desastre natural, con inundaciones que asolan una parte del país. Y ahí va Alex Irving con Joely, que es su fraternal jefa de comunicaciones, al volante. Van ellas dos solas y llevan una furgoneta pick up repleta de ayuda y suministros.
Alex es una mujer haciendo política con una honestidad muy poco común. “Total Control” tiene un discurso político y narrativo propios y sin contaminar por lo que otras ficciones anteriores hayan podido contar. Pero en el ámbito de la seriología comparada si podemos observar que “Total Control” crea un espejo muy particular para reflejar la política australiana real. Y en esto de colocar los espejos a su manera si me parece que “Total Control” es una ficción del mismo género que series tan modélicas como la danesa “Borgen” o la estadounidense “El Ala Oeste de la Casa Blanca”. Todas estas series merecen mucho la pena y ayudan a comprender algo de la cultura política de esos países en nuestros días.
ÚLTIMO ACTO:
Miniserie de la televisión pública sueca que podemos ver en Movistar. La dirige la realizadora Sanna Lenken. El guión es de Pelle Radstrom sobre el libro de investigación de Elisabeth Asbrink. Sus actores principales son David Dencik y María Sin.
“Último acto” es una serie excelente, muy inquietante. Lleva a la pantalla un caso real: tres condenados de larga duración en la prisión sueca de Tidalhom pidieron al reputado dramaturgo Lars Noren que les dejara interpretar una obra suya. Noren aceptó la oferta, junto con la productora Isa Stenberg, y fue más allá. Decidió escribir un texto nuevo integrando las vivencias de los presos. Dos de ellos aguanta la pedrada son nazis, y la obra genera un gran revuelo al estrenarse. La cosa acabó de aquella manera, pero no revelaré nada. “Último acto” te zarandea con potentes diatribas morales. Y parece mentira, pero las cosas fueron así. Me ha gustado tanto que no le pongo pegas. Si los nazis actuales te perturban esta serie puede ayudarte a entender por qué.
Me despido con “The Motels”, un elegante grupo de la new wave de San Francisco que suena en la serie “Total Control”. La elección es una gran canción homónima, escrita hace más de cuarenta años. Y en esta balada para corazones rotos la cantante Martha Davis, líder de The Motels, gime desde el borde de la piscina: “Vendería mi alma por el control total”.
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